domingo, 10 de julio de 2016

AUNQUE NO ESTÉS, ESTÁS...

Existe la memoria del corazón, ésta, va más allá a la de la propia piel...

Aunque no estés, estás…

Como las gotas del roció que deja la mañana…
Con las primeras luces del alba mis párpados se despiertan y te buscan con la mirada…Entonces, fijo mis pupilas en ese hueco en la cama que aún guarda tu forma; cierro los ojos y me acurruco en una evocación queriendo acomodarme en tu piel…

Aunque  no estés, estás….
No importa lo que digan las hojas del calendario cuando una fecha se repite cada año y ya no hay velas que soplar, un abrazo, un te amo, porque los trescientos sesenta y cuatro días restante de todos los pasados y venideros, yo, te seguiré queriendo…

Aunque no estés, estás…
Porque la memoria tiene alas y vuela a los pasajes de una historia, a los instantes de algo compartido que conformó los afectos, el cariño, las risas, en definitiva, una vida, la tuya y la mía…

Y, es que aunque no estés, estás…,
Tú sabes cómo sentimos, vivimos y crecimos en un sentimiento compartido en una estación de emociones con bocetos cuyas líneas se encontraron tomando formas para luego, más tarde, los errores desdibujarlos; fue entonces, cuando dos vagones dividieron nuestros destinos…
Te seguiré sintiendo como una parte imprescindible que llena mis pulmones, el oxígeno que pasa por mis venas para llegar a ese latido que me permite respirar…
Me acompañarás en mis paseos en silencio, en la mirada perdida que lleva a un pensamiento, en las decisiones a destiempo, en los sueños que se ahogarán en mi garganta al tratar de pronunciar tu nombre…

Aunque no estés, estás…
Porque un hilo rojo e invisible nos une.Es interminable como el camino que tendrás que recorrer sin mí, resistente a las tormentas que sortearás con éxito, irrompible entre las dudas y los ataques mal intencionado que irán cayendo como hojas caducas…

En honor a lo que fuimos el uno para el otro, no necesitamos contarlo al mundo, hay retazos de recuerdos que se acomodarán en un lugar de nuestra memoria y aunque todo llegue a destiempo, no dudes que tiene mucho sentido para ti…, para mi… porque nadie puede entender lo que fuimos el uno para el otro…

Aunque no estés, estás…


Esther Mendoza