jueves, 26 de junio de 2014

"Acompañados por una vieja rockola..."

Acompañados por una vieja rockola, pusimos banda sonora a nuestros besos..


… Siempre que podían, se buscaban en el mismo lugar y a la misma hora. ¡Siempre ese hormigueo  en el estómago!¡Millones! de mariposas corrían tras las agujas del reloj para perderse en él, entre sus brazos…

 
No quería mirar para detrás. Sin preguntas, se entregaba  a una aventura que le ponía alas a su imaginación anquilosada por la monotonía de su vida conyugal. Que corto les resultaba el tiempo…

 
En la tregua de esos día entre realidad y oportunidad, entregaron en fragmentos de momentos ese amor extraño que atravesaba lo rutinario dejando escapar lentamente deseos en trocitos de papel cuyo destino, aguardaba en los bolsillos de la chaqueta de aquel hombre. Él, para ella, resultó un refugio temporal donde calmar los síntomas de la costumbre de una elección. Aquellos pedazos escritos, tenían la misión de acompañar a ese cómplice enamorado de regreso a su hogar; el perfume femenino impregnó sus bordes escoltando una atracción secreta con palabras que dormirían en un lugar frío y solitario. Allí, en su otra morada.
 
De regreso a casa, su delicado y casi silencioso taconeo musitaba en el suelo empedrado la canción que sonaba en una vieja rockola. Como la protagonista de esa melodía, cuidaba una aventura con fecha en el calendario. Sus pensamientos evocaban junto a una pícara sonrisa, numerosos trocitos de papel cuyas aristas rasgadas, flanqueaban los trazos de un frenesí que embargaba su presente, casi todos sus pensamientos. Imaginarle era una locura, de esas que se hacen realidad a la vuelta de una calle con frases inmortalizadas en citas que tanto y tan bien les hacían en las esquinas prohibidas donde se amaban…
 
Hoy, cuando abrió sus ojos,  deseó encontrar su sonrisa cerca, muy cerca de ella…

 
Esther Mendoza.
 
 

lunes, 23 de junio de 2014

¿Y si..., soñamos con los ojos abiertos...?


… Él parecía extrañamente atraído por aquella mujer. Enamorado a destiempo, pero enamorado al fin y al cabo…

... Así, a destiempo, se sentía enamorado de aquella mujer, pero enamorado al fin y al cabo...
 
Y aunque le fascinaría estar despierto a su lado, lo que menos le atraía era el resultado de sus actos, ¡pocos lo entenderían!. Posiblemente, les criticarían.  Algo comprensible ante la ceguera de una historia tan secretamente común y emocionante. Tal vez, dañarían a otros incapaces de verles con sus mismos ojos. Deseosos de vivir aventuras truncada por el repetido y poco afortunado  destiempo, arriesgaron a tachar de sus lista de "pendientes" aquel sentimiento.

Ansiaban correr como adolescentes enamorados. Para él, esconderse en algún callejón o portal a oscuras y dejar morir sus labios en los de ella, esa, era su más ferviente veneración..., para ella, perderse entre sus brazos era su mejor tentación.
Hoy, como adulto, sentía el deseo de poseerla; un instinto que se adueñaba de su voluntad llevándoles con vehemencia al delirio de desear congelar esas horas, ese tiempo, con una codiciada cita en un calendario visible solo para ellos…
Prefería en la intimidad de sus noches soñarla…, ¡imaginarla a su lado de esa manera confesada!; eso sí, pero presos de una pasión que los volvían locos…
Ahora, nadie les mira, nadie opina, a nadie ofenden… ¿Entiendes porque me gusta soñarte? Esos sueños me dan libertad y no temo desnudarme para ti… ¿Y, sabes que es aquello que no me gusta?
Despertarme y ver que tú no estás..., por cuestiones de tiempo…
Esther Mendoza.
  
¿Entiendes ahora, porque me gusta soñarte...?
 

domingo, 22 de junio de 2014

Aquel beso...

Él fue el artífice de la mejor melodía por ella escuchada...



…Existió…. Ese beso sucedió, aunque ella quisiera esconderlo en un rincón de su memoria. Él y solo él, era el artífice de hacerla sentir de aquella manera…, tan distinta.., tan profundamente apasionada…

Ese beso que ella negó y que él decía que existió, fue el mejor guion de sus noches en blanco, sus somnolientas mañanas, su compás de espera entre autobús y autobús, en la monotonía de sus horas, entre los cafés y asuntos pendientes de una rutina…
Ella, por momentos prefería creer que nunca lo dio, y él, la tranquilizaba diciéndole que fue un beso perdido entre las costuras de un deseo, el suyo…

En aquel beso se escondieron millones de secuencias difíciles de plasmar en una gran pantalla. Ningún trovador se acercaría a narrar tal magia y..., la melodía de ese fragmento de tiempo, aún no ha sido compuesta para aquel beso…

Ella sabía que esa partitura de notas cimbreantes, solo la hallaría en la comisura de su boca y en la agitación de su respiración..

Lo que ella daría por gritar que aquel beso, sucedió....

Esther Mendoza.
"Bésame mientras yo, muero lento..."

sábado, 21 de junio de 2014

"En el trapecio de mis deseos..."

"En el trapecio de mis deseos, haré un sitio para ti..."
 
 
... Mis ojos te buscan en un infinito donde las siluetas no se dibujan, las voces no llegan y los pensamientos a galope de un deseo, saltan los obstáculos de un tiempo y espacio…

 
Tiemblo sobre un trapecio sin red cuando el temor me embiste dirigiéndome a la sombra de una duda, la de no encontrarte ahí, en las dimensiones de un enorme océano de silencios… ¡De pronto!, una brisa se estampa contra mi rostro y pienso que es tu aliento dándome ánimos para seguir en este trapecio qué, en ocasiones, amenaza con dejarme caer…

 
Mis sentimientos me llevan a imaginarte cerca, tan cerca que… nuestros labios, invaden ese minúsculo espacio reservado para las almas…

 
Me estremezco tan solo con pensarte…

 
Me abrazaste y al hacerlo, los fragmentos de una vida se unieron para seguir amándote y sin dudar, saltar a un vacío donde me espera el fruto de una creencia; la de mi pasión por ti....

 
Te espero esta noche, entre las esquinas de mi sueño, allí, frenaré el ímpetu de una veneración que baila a ritmo de mi respiración…
 
Surge un deseo; detener un tiempo que está destinado a ser nuestro e ineludiblemente vaticina un reencuentro para el que se ha borrado cualquier otra opción…
 
En el trapecio de mis deseos, la red son tus brazos buscando los míos. La altura de mi amor no teme ya caer. A tu lado, cualquier final es un hermoso The End.
 
Esther Mendoza.

 
 
 
 
 
 
 
 
 


jueves, 19 de junio de 2014

Sin saberlo, se acostumbró a...

Se acostumbró a no sentir, cuando sentía...
 
 
 … Dejo que su cuerpo flotara. Se abandonó a un ahora que la superaba cediendo la voluntad al desvarío de un momento…
Con los años, comprendió que existían días que la manejaban de forma caprichosa, vapuleándola a merced  de las circunstancias, esas invitadas no deseadas que se sentaban en su mesa a la hora de comer.

… Ella, que se creyó tan fuerte como un Sauce, vio como cada una de sus ramas se rompían como consecuencia de sus propias tormentas… descubrió entonces, que la vida, la suya, era una brújula sin agujas...
Aprendió tan bien el arte de parecer, que le resulto fácil dibujar en su rostro una sonrisa que ocultase su perenne aflicción, a poner brillo en sus pupilas y a medir el borde de un lagrimal que amenazaba con desbordar la liquida tristeza frenada y dominada en el último momento…

Educo su tono de voz para disimular el ahogo que en su garganta quedaba preso  de un mantra que se repetía una y otra vez con un ¡“ahora no”!, ¡ ahora no! asfixiando de esa manera, el siempre tan temido gemido de desesperación y dolor...

Sin saberlo, se acostumbró a creer que era feliz…

Esther Mendoza.

  El velo pintado..

martes, 17 de junio de 2014

NO QUIERO...


Adoro cuando con la yema de tus dedos dibujas palabras sobre mi piel, ellas, esperan ser susurradas cerca de mi boca…


No quiero descubrir una mañana que me he quedado en el margen derecho de un quizás…, tampoco, entre los renglones de una posibilidad y ¡mucho menos!..., en el grisáceo título de un “podría ser” o en el temeroso punto y final de algo que no me atreví a continuar…
 
No quiero comprobar algún día que las comillas de una crónica tildaron la importancia de los capítulos de mi historia; páginas marcadas que esperaron ser releídas en los compás de espera de una extraordinaria coincidencia que nunca llegó.
 
No deseo y huyo de las amenazantes frases inconexas de un momento, ellas no se acercan nunca lo suficiente para poder hablar de mí…¿Sabes?..., me miran y callan, aún tienen mucho por decir…
 
En definitiva, no quiero vivir al margen de la narrativa que realmente soy, aunque ello, signifique estar sola entre los puntos suspensivos de una vida...
 
Esther Mendoza.
 
Mi memoria guarda...
 
 


lunes, 16 de junio de 2014

HILOS ENREDADOS...

 

Tengo la sensación de que la vida en ocasiones se convierte en un cementerio de cosas inservibles. Burdas posesiones en las tinieblas de quien no sabe hacer un buen uso con su vida…
 

Pudiera ser que el tiempo realmente marque los espacios que debemos llenar. Tal vez, con experiencias que aviven emociones, aprendizajes que nos llevan en múltiples direcciones sin un plano de los recovecos que sí o sí, visitaremos con el agridulce sabor de la incertidumbre. Puede que esas vivencias por momentos nos arranquen lágrimas, despierten dudas y temores influidas por la reflexión sobre si la ruta trazada, en ocasiones exigencias de la propia realidad, es la más acertada. Lo único innegociable es seguir esa línea hasta el final de su recorrido; allí, hallaremos las respuestas a cuestiones que durante el trayecto invadieron nuestra hasta entonces aparente seguridad sobre aquello que creíamos tener o simplemente ser…
A esas manos que dirigen la orquesta que pone en movimiento los hilos que enredan nuestra vida, desequilibran nuestra paz tratando de poner a prueba nuestra condición humana, expresarles que esos mismos hilos, hoy convertidos en maraña de oscuras estrategias, son desencadenantes de un innecesario desamparo, rompedores del alma de inocentes que una vez durmieron en sus regazos, compartieron sus temores, confesaron sus luchas y creyeron en su protección; se enredaran en sus  manos vacías y sucias, agrietadas por la avaricia carentes del calor que llenan las otras de aquellos que sí recogieron una buena cosecha. Sin embargo, esas intenciones abrigadas de una maldad sin limite que han vuelto del revés la confianza, el amor y la gratitud del otro, se alimentarán de su propio veneno.
En la revisión de sus vidas, no tendrán suficiente arrepentimiento para mitigar y redimir el resultado de las tempestades fruto de la semilla de sus tormentas…
….Me gustaría que entendieran que las cosas que realmente importan no están en un talonario, en la adjudicación de lo material, en la ira contenida como consecuencia de un particular sentido de la justicia. Todo ello baja del altar de la admiracion lo ganado hasta entonces relegando a la decepción sus efímeros valores. Sin lugar a dudas, un retrato de frágil apariencia coloreado con el recelo de una fingida bondad que ha ganado a pulso el rechazo de su presencia.  
Todo tiempo empleado en lanzar dardos envenenados destruye lo hermoso del ser humano, asfixia la vía del dialogo, la oportunidad de un perdón, la brevedad de un instantes para retomar el camino correcto, el abrazo de quien a pesar de todo perdona, la posibilidad de retroceder en un rol dañino que engorda una larga lista de despropósitos. ¡para!..., de no hacerlo y recapacitar, todo aquello que ganó prioridad por encima del amor, amenaza con convertirse en la peor moneda de cambio; pagará con la soledad, fiel reflejo de un ego mezquino que domina y el corazón rechaza…La oportunidad de desandar lo tenebroso, depende de una sola decisión….
Me levantaré un  millón de veces si fuera necesario, mirare al cielo y daré gracias por tener fuerzas para hacerlo y no permitir que los golpes me flagelen en vez de enseñarme…. Nada podrá llevarme a las catacumbas del odio ajeno, pues allí, solo residen aquellos  que no han visto su propia luz al esconderse de si mismos…
Solo tienes esta vida, haz un buen uso de ella…
Esther Mendoza..
 
 
La vida tiene nuestro nombre...
 

martes, 10 de junio de 2014

LOS HILOS QUE UNEN…

Y te sentí detrás de mí, acariciando con tu respiración mi nuca…
 
Algunas veces, busco aquella misma razón que un día me elevó como si de un globo se tratara tratando de conquistar un cielo que presumía de nubes de algodón. Sí, así fue como me sentí cuando me regalaste tu presencia…
 
Y te sentí detrás de mí, acariciando con tu respiración mi nuca…
 
Recuerdo como mi alma se vistió de gala para darte la bienvenida acariciando con gestos silenciosos los recovecos de la tuya… El sutil movimiento de mi cuerpo, se convirtió en brisa para rozar el tuyo con anhelos de conquista. Tu hilo y mi hilo, lentamente danzaron con el aire tratando de conquistar un rincón más discreto, lejos de miradas ajenas al tiempo que, con la misma lentitud que la caída de una pluma roza el suelo, grabamos en nuestras memorias los instantes de una vida, a veces, eternos…
 
De repente, tus manos se fundieron con las mías… y…, para cuando quise darme cuenta, tus labios y los míos ya eran íntimos, algo más que amigos...   Entonces, desee vivir la aventura de perderme eternamente en tu piel…
Esther Mendoza.
 
Las palabras se cuelan por los vértices de los deseos enmudeciendo...
 
 


lunes, 9 de junio de 2014

"LA ELEGANTE ESCALERA DE LOS PENSAMIENTOS...


" En ocasiones los pensamientos se convierten en tristes holocaustos de la realidad, ¡cámbialos!”
... Así son nuestros pensamientos, como una elegante escalera de mármol. Las subimos con el ímpetu y la pasión que despierta un momento, un sentimiento activado por una caricia, un recuerdo o un deseo… Ellos no nos dejan sentir el frio de su inmaculado suelo y cuando toca bajar, el vértigo de su barandilla impide el roce de sus antes seguros peldaños…
“Los pensamientos se convierten en tristes holocaustos de la realidad, ¡cámbialos!”
El tiempo y la reflexion, tienen esa extraña manera de rediseñar aquello en lo que creíamos…Un carcelero que pone tonos indefinidos a nuestras expectativas esgrimiendo la certeza para confundirnos. Sin embargo, para otros podría resultar ser como un “tiovivo” que lleva a emociones donde algunas veces se está arriba y otras un poco más abajo. No hay que lamentar nada de lo que nos toca vivir, todo ello forma parte del vértice de una elección…
Las decisiones son esos caminos que determinan donde podemos encontrar las respuestas inconclusas de nuestra particular historia. Y, a aquello o  aquellos que tratan de alejarnos de quienes realmente somos, se apartarán de nuestro enfoque, no sin antes, por nuestra parte,  agradecer su presencia en un tramo de  nuestra ruta.  No ha sido en vano el trocito de parcela compartida, toda experiencia deja un aprendizaje, por lo tanto, nada sobra ni nada falta.
Una trama divina nos lleva a cumplir un objetivo, seguir nuestra intuición, ella  ¡jamás! no llevara por carreteras secundarias….
Esther Mendoza.
 
No dejes el corazón a un lado, es el mejor timón de tu vida…
 
 


martes, 3 de junio de 2014

" LA SABIDURIA DE MI SILENCIO.."

El silencio nos habla de aquellas cosas que somos incapaces de ponerles palabras..

La sabiduría de mi silencio…

A veces, yo también me oculto. Miro por la ventana y compruebo qué, aunque el sol ha salido, mi alma sigue gélida, ausente de sonidos que viene de fuera y aferrada al silencio en un lugar de difícil rescate; un refugio de sanación y reencuentros...

Un mutismo para evitar dañarte. Mi dolor o tristeza podría herirte al dejar salir palabras  de desaliento.

No hay límite de tiempo para derrumbar esta muralla que he construido a mí alrededor, tal vez, algún día le ponga alas a mi silencio y decida volar sin miedo a caer en el abismo del acierto y el error…

Entonces, asumiré que a veces sucede que en el camino se pierde aquello que creímos nuestros, o quizás, nos sorprenda su presencia sentado en un banco esperando nuestro regreso… Sin embargo,  aunque hoy yo no pueda, te invito a creer en algo más…

A vivir este momento…

A percibir las cosas desde otra realidad más profunda, a entender que nuestros peores enemigos somos nosotros, en definitiva, son nuestros pensamientos…

Esther Mendoza.
 
 
Los momentos emergen cuando eres capaz de aceptar que te mereces vivirlos...