lunes, 29 de julio de 2013

“INFELICIDAD DESDIBUJADA…”

¿Quiénes van contracorriente a la felicidad?, ¿ell@s o nosotros? La felicidad es una elección a la que se le suma los riesgos de un error en la diana que da respuesta a nuestra expectativa. Mientras qué, la infelicidad, es no elegir el camino de la aventura de vivir conscientemente…
E.M


Podemos pasar una estación sin recibir calor humano, ese que va más allá de la antesala de un deseo carnal. Entonces, las horas y los días se convierten en un arduo esfuerzo por sobrevivir… ¿cómo se iluminan las salas oscuras de nuestra alma?

Y, de repente, suceden cosas en nuestros perfectos planes que nos reconducen al camino correcto con un alineamiento planetario que toma decisiones al margen de nuestra comprensión….


…. Las palabras se presentaron antes que nosotros. Amigas fieles y Celestinas qué han engalanado renglones con pisadas tímidas que facilitaban un encuentro


… Nuestros pasos se aproximan lentamente buscando ese contacto qué, intuimos  y sentimos en la memoria de nuestra piel con un cálido abrazo…


Miradas  que esquivan  cualquier movimiento ajeno a nosotros. El sonido de los corazones, rompen contra el pecho cómo las olas en las rocas en los días bravos, anunciando una pasión que desea  eclosionar en las aristas de dos cuerpos…


Cierro los ojos para evocar el roce de tus manos deslizándose sobre mi  vestido. En un acto de indulgencia, los abro para perderme entre el verde de los tuyos y, juntos, tocar en las puertas del infierno…


Nuestras risas se confunden con el ruido de la vida. Sonidos de arrabal que pasan desapercibidos para muchos indolentes que se pierden en la inercia de la cotidianidad. Mientras tanto, indiferentes a sus secretos deseos, nos adueñamos de los rincones de la ciudad; testigo del frenesí que otorga este amor…


Nuestros impulsos ponen palabras a la exaltación de un sentimiento que toma forma saltándose las agujas del tiempo, qué, burlona, nos abre la cancela de los instantes que concede una felicidad inesperada…


Evoco cada detalle de ti. Tu impoluta camisa pedía a gritos que mis labios dejaran su huella, tu boca buscando la mía saciando un deseo en un cómplice callejón… y, un sofá pierde su textura y colores al toparse con nuestro delirio… No existe la distancia entre nosotros…pues, la propia distancia está condenada a seguirnos..


Cuando te alejas, las mariposas en el estómago se convierten en luciérnagas que dirige la ilusión a los momentos vividos que esperan, en el pasillo de un nuevo reencuentro…

Esther Mendoza.


sábado, 20 de julio de 2013

"El NIÑO QUE SE ACUNABA SOLO..."



"Déjame acunar en la alegría y en la tristeza, pues al hacerlo, mi alma danza con la esperanza de exiliar los fantasmas ocupas que llama soledad, a aquello que es mera supervivencia afectiva...."


La tenue luz me lleva por el pasillo que recorre parte de mi historia. Los fragmentos desordenados van tomando forma a medida que les dicto un orden para no perderme por pasajes fantasmas que se creen ocupas de algunos capítulos. Y, aunque la vida tiene el don de eliminar cuanto le viene en gana, en lo pobre o en lo generoso, sin contar con mi aprobación, ¡todo ello suma! al abandono caduco de un honor instalado en mi noctámbula soledad….

Mejor, regreso a mi universo sensible, donde el silencio acaricia las palabras que quedan atrapadas en mi garganta, y, cuyos retratos de imágenes desdibujadas, aplacan mí melancolía…

Mis ojos recorren la habitación,  no estoy solo. No consigo abandonar esta  molesta sensación de residir en una vida ajena a mí, y, a la vez, ser parte intima que llena los huecos vacíos de un hogar…

Mi inocencia contempla las expresiones familiares que disfrazan emociones ajenas para mi; la de unos seres a los que me unen lazos indivisibles. Una elección natural que forma parte de mi paso por este plano. Voces allegadas, rostros que buscan mi proximidad en impolutos  comportamientos, gestos afines en refinadas sonrisas qué, acompañan tímidas caricias que se pierden entre mis rizos rebeldes. Por alguna razón que aún no entiendo, no me emociona, no me importa…

Por inercia cierro mis ojos, alejándome de una fusión que no encaja, sin embargo, ellos esperan que salga de mis labios una hilera de pensamientos hilvanados en palabras qué, desvele mis silencios. Una frase, una palabra que acorte la distancia que nos separa, esa distancia insalvable que nace  entre el mundo infante y el abismo de los adultos…

Rostros portadores de caretas llevadas inconscientemente. Anacrónicas en un modelo pulcro de emociones tangibles que adolece de misericordia. Adeptos a encorsetamientos afectivos filtrados por un veredicto adulto que sentencia una plegaria ajena al quebradizo humano.

Una inconquistable vulnerabilidad alza la espada de Damocles en pos de una máxima que ha asfixiado a sus niños interiores…

Observo el movimiento de mis piernas.  Un arrullo amigo que me mostró en la cotidianidad de los días, el suplicio incomprensible que expatria mi dosis de afectos… 
 
Desde un patio de butacas, advierto los movimientos de los transeúntes de una vida en común. Personas ajenas a estos pensamientos, comulgan con las  etiquetas impuestas qué, les obligan a danza en la clandestinidad de la voluntad..., a solas, en silencio, con un niño que aprendió a acunarse solo… 

Almas huérfanas  de mohínes y palabras que exilie el solitario arrullo que pide a gritos el rescate de su identidad infante…

Sé, que esperan de mi, palabras que acorten desemejanzas que destierre el frío manto que ha mutilado sus capacidades de entrega. 
embiste su memoria fotogramas dolorosos que se cuelan en la ausencia de unos brazos que nunca, le acunaron…, le arroparon…, susurrándole al oído, una nana que enviudó con su primer llanto…

Sus piernas mecen el resto de su cuerpo. Un cuerpo de pocos años que entorna los parpados para reencontrarse con el alma que le abriga y calma el tiritar de su corazón sediento de amor y protección…

Deja voces a los lejos entornando sus ojos. Imagina unos labios posándose en su frente, un abrazo tardío, y, unas maternas manos jugando con los mechones de su cabello…

En la distancia oye el canto de las sirenas que se despiden del marinero. Durante una vida, ha surcado las entrañas de los océanos buscando alivio en la sal que bañara sus cicatrices. Esboza una sonrisa al perderse entre los recovecos de su memoria al recordar con cierta melancolía, las fisuras de una vida carente de la complicidad propia de unos lazos inquebrantables. 

Batallas campales se cobraron durante años un feudo legítimo que perdió posiciones ante aquellas corazas de acero cuyas cerraduras, evitaba entrever sus propias tormentas…

Las finas arrugas que dibujan hoy su rostro de adulto, desdibuja el gélido rastro de una añoranza ante la llegada de una cálida brisa qué, inesperadamente, se cuela por los poros de su piel, por las rendijas de su alma de niño grande, que a manos llenas le ofrece un mapa de ruta que la lleva a posar un cálido beso en sus labios..

….Abre sus ojos. Cruza su mirada con ese rostro recién llegado y, al tiempo que toma su mano, hecha el ancla para conquistar a su destino, o quién sabe, si, a su burlona suerte…

El reflejo de un asiduo y amigo balanceo, reconforta al adulto y recuerda al niño qué,  nunca es tarde para ser, aquello que debió ser…

Ahora sus pupilas reposan en otras pupilas, su mundo es compartido, la soledad se perdió entre las esquinas de la ilusión dando paso a la dulce melodía de estar, y permanecer en el arrullo de otra piel…

Esther Mendoza.  






jueves, 11 de julio de 2013

"REFLEXIÓN DE UN AVE REBELDE..."

Dios nos ha dado alas para volar alto, tan alto como las Águilas y descubrir que sus pensamientos al igual que sus caminos, son más altos que los nuestros. ¡Atrévete a volar!…
Isaías


Poso sus pupilas en los barrotes invisibles que estaban a punto de volatizarse. Durante años, comulgó con un modelo de creencias que la incluía en una estirpe sin corajes…, adict@s a la resignación de permanecer en un subliminal cautiverio que asfixiaba cualquier oportunidad de fuga hacia la libertad que ¡todo espíritu! trae consigo, sin embargo, no podía juzgar al colectivo al que había guardado lealtad. Por imitación formó parte de un grupo que pervive encadenado a obsoletas normas y egos tiranos.

Esa mañana sus  ideologías se tambalearon en aras de un credo que ya no rezada. Todo aquello que adoctrino perdía forma, se desdibujaba en el horizonte impuesto como un altar para aquellos qué, abrazaban y entendían la resignación como un castigo, en vez, de un detonante que lanza al vacío con la esperanza de volar a los osados que luchan sus metas, en definitiva,  son los objetivos lo que  justifica nuestro paso por el mundo terrenal…

¡Por fin!, despertó de un sueño fraguado en el hastío que durante años se encargó de aniquilar su albedrío. …. en un instante, ¡apresó! el impulso que la llevó a alzar el vuelo. Tenía un compromiso con la felicidad…, su felicidad…

Diviso la tierra bajo sus alas, un pasaporte a la magia de sentir… ¡resurgir de sus propias cenizas! tomando las directrices de su única vida…

Se elevó con la convicción de que, ¡las ausencias ya no dolían!, ¡los apegos no hacían mellas! y…, la esperanza no confabulaba con la rendición…

Desde su cielo protegería a aquellos que no cortaron sus hermosas alas. Su reflexión reposaba en la sabiduría de un viejo olmo. “Las hojas se mueven con el viento, pero nunca desaparecen de la visión del árbol que las cuida…”

La autentica familia, como los amigos y los buenos amantes.., comparten estaciones sin firmar contratos con letra pequeña…


Esther Mendoza.




domingo, 7 de julio de 2013

"POEMA DEL DOMINGO TRISTE..."

Estar y permaneces de forma consciente bajo la lluvia, nos recuerda la importancia de secar las lagrimas que llevamos dentro…
Esther M.

Este domingo triste pienso en ti dulcemente y mi vida mentira de olvido ya no miente…

La soledad a veces es el peor castigo…. arrastrándonos a aquello que hoy, duerme en el descuido…

El abandono se convierte en condena que arropa una tristeza poniendo puentes a la imaginación que nos lleva por la vertiente del deseo... 

Pero.., ¡que alegre sería todo si estuvieras conmigo!...

Entonces, no querría mirar las nubes grises que se posan sobre mi cabeza con titulares que esconden una verdad…y, el monótono ruido de la tormenta, no sería un motivo secreto de esta melancolía…

En la desnudez de mi esencia, este domingo triste nace de algo mío…, quizás sea tu ausencia…, quizás sea mi hastío…

Mientras corre la lluvia por las aceras en declive y el corazón se muere por un sueño, la tarde pide un poco de sol como un mendigo…

Y, acaso hubiera sol si estuvieras conmigo….enmudeciendo el ocaso del día cómo el dulce pudor de una niña desnuda…

Deambulo con los pensamientos que te traen a mí… 
¡que distinto seria todo! si tuvieras conmigo amor, que no estás, en este domingo triste…

Esther Mendoza.


No te resistas a las tempestades que llegan a tu vida, toda tormenta tiene su recompensa 
E.M


jueves, 4 de julio de 2013

"ALAS ROTAS..."

¿Romperías tus alas por amor...?

ALAS ROTAS…

A veces la sentía  cercana y, otras, en el extremo de sus pensamientos. La curiosidad la llevó a observarla  a través del espejo. Aquella lánguida mirada buscaba un punto en la habitación para reposar sus cavilaciones que por una fracción de segundos, la hizo esbozar una tímida sonrisa.

Mi juventud me hace divagar preguntándome sí, en algún momento aquella mariposa sabia viajo al arco iris que secretamente custodiaba sus sueños. En una ocasión, se atrevió a preguntarle por ellos y con movimientos lentos, la mariposa adulta posó su misteriosa mirada en ella delatando aristas de dulzura. Algo más tarde,daba como respuesta a su curiosidad un sonoro beso en sus mejillas, disfrazando debajo de una mentira, la verdad que escondía tras sus pupilas…

Impaciente en el otro extremo de aquel reducto espacio, busco entre los pliegues de su sabiduría aquellas palabras que calmaran y recompusieran  unas alas rotas por amor.
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La sapiencia de aquella longeva mariposa, siempre decía que los daños colaterales de una decepción pueden durar toda una vida o, sólo el tiempo que  dura una caja de pañuelos enumerados. La conquista del amor a un@  mism@, finiquitaba con el último de ellos el sufrimiento
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¿Puede el corazón de las mariposas soportar tanto dolor?

Claro hija… la magia de un amor cobarde se evapora como el aroma de una tetera. Una vez en la taza, pierde parte de su esencia…

¿Qué puedo hacer?

 Escoger un camino significa dejar otros atrás que tuvieron su cometido, Y, aunque el dolor se cuele entre las alas llegando al alma, es mejor dar prioridad a la razón mientras se cura el corazón.

Si quieres que tu vida sea interesante, sigue tus sueños y con los trozos rotos que las elecciones anteriores causaron, colócalos en el altar de la osadía. Los fracasos solo tienen protagonismo en los bocetos amarillentos de aquellos que guardan sus sueños en el cajón de “lo que pudo haber sido y nunca se intentó…”


Así, hablaba mi madre…


Esther Mendoza.