martes, 14 de febrero de 2012

"EL SUEÑO DEL VIOLINISTA..."











Siento frío en cada rincón de mi anciano cuerpo, los años arrugaron el optimismo que acompaña la sombra de una juventud anquilosada en un calendario. Parte de mis extremidades, se dejan caer sobre un viejo escritorio evocando entre fantasía y realidad, su silueta desdibujada en mi memoria...


Me debato entre dos mundos. Imposible no comulgar con ellos a estas horas de una noche que pronto anunciará el alba, inevitablemente, me rindo a las órdenes del cansancio físico.


Morfeo llega sigilosamente y, de puntillas, se adueña de mi estado alfa. Me arrastra con sutileza al abandono de unos deseos no confesados, ¡esos!..., que afloran cuando pierdo el ritmo de mi cuerpo y de mi mente.


Mis manos de músico reposan sobre las amarillentas partituras y la complicidad de un pensamiento recurrente durante décadas, duerme en una esquina de mi corazón cansado, él, la sigue esperado…
Dejo caer mi cabeza en la dureza de una mesa y noto como los rizos de mis cabellos se dejan acariciar por las cuerdas suaves del violín que custodian la fragilidad de un letargo. El arco, se faculta para preservar el hechizo que envuelve mi sueño…


Entre fábula y verdad, una legión de sensaciones asaltan mi nuca y, danzando al valor de los sonidos de una pieza de Beethoven, aparece ella… a un centímetro de mi..., con la misma dulzura que guardé en un cajón cargado de recuerdos tiempo atrás…

¡Preso del embrujo!, ¡me escondo entre el puente y la escotadura! cayendo irremediablemente en la seducción de los tonos dorados  de una secreta utopía que ha conquistado ya mi espíritu... Su figura se contonea en el borde del adormecimiento del que soy cautivo, no estoy seguro si en mi aletargamiento sonrío o esbozo una mueca de dolor y desesperación; acaricio la sutil esperanza de verla en la nebulosa de un deseo; una agridulce emoción secuestra mi desvarío... Mientras tanto,  las curvas del instrumento se deslizan entre mis manos rescatando del aire la reminiscencia de su silueta atrapada en las bucólicas y mágicas cosas aparentemente insignificantes, aquellas que hacen tantas estaciones aprendí a su lado.


Y, en el ocaso de mi evocación, me despido interpretando la mejor de mis partituras que entre notas me susurra, donde vertí mis últimas lágrimas...
Tal vez ellas cayeron en el pozo de la decepción donde, el velo de la admiración se desvaneció cual cortina de humo curando la ceguera que yo mismo provoqué…


Existen cruces de miradas que ponen al descubierto la duda y la incertidumbre de seguir o quedarse en una intercesión de caminos. Los dos elegimos la bajada de un telón para un amor que ya no tenía caso.


Si pudiera dividir la soledad en orillas, en una estaría el tiempo vivido a su lado, y, en el otro extremo, tú, mi violín receptor de algunos castigos injustamente infringidos. Silencié el sonido de tus cuerdas que tanto me recordaba a ella. Sin embargo, moldeaste los movimientos de mis dedos de tal forma que cada cuerda recibió el mimo merecido, en definitiva, creaste la banda sonora de cada uno de los capítulos de mi vida…  


Mi mente se rebela. Ella me obliga a viajar por lugares prohibidos llevándome a un destino conocido… pero, ¡qué fácil sería amor si estuvieras conmigo!… Esta vigilia ¡me hace creer que duermo!, parece eterna y no quiero despertar…
La brisa de la madrugada acaricia mi rostro y me lleva por recovecos que me alejan de una quimera. Sé, o al menos deseo creer, que tarareas cerca de mí enredándote en una súplica que confesé a mi viejo violín. 


Esta aventura onírica me enseña que nada es eterno en el mundo de los mortales. Lo efímero tiene un símil tan hermoso y breve como un cielo estrellado que llora a una luna ausente que se prodiga descaradamente en las noches claras.

....Dulces motivos surgen entre los astros incitándome a permanecer con los ojos cerrados rememorando nuevamente, la ilusión de un instante...


A modo de plegaria a la divinidad  del durmiente y abrazado a mi violín, sólo puedo preguntarle al despertar, ¿Cuáles son aquellas cosas que realmente importan…?.


Esther Mendoza.




"Siempre habrán tantas frases inacabadas, como historias en el olvido…"




8 comentarios:

  1. Mí querida Luna...
    Que poetiza llevas dentro. Tus palabras al leerse consiguen, que todo a mi alrededor se paralice, centrando mi atención en dirección a tu corazón como fuente de la belleza de tus escritos.
    Te imagino como una gran dama, una niña inocente cargada de sensibilidad que solo espera que le permitan salir para mostrar al mundo tu cofre de tesoros, que desde luego, eres tú misma…
    Afortunado el hombre que pueda deleitarse de tu sensibilidad y belleza.. y como no, todos aquellos que te rodean, que seguro son muchos.
    Me alegra comprobar que dedicas tiempo a tu blog, agradecería que siguieras así. Muy seguro somos muchos los que disfrutamos de tus textos…
    Un abrazo caluroso y mis respeto por la gran mujer que eres.
    Ernesto del Real.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ernesto. Gracias por tus siempre, delicados y halagadores comentarios. Francamente aciertas en algunos puntos, que desde luego debo evidenciar en mi manera de escribir dado que así lo has percibido.
      Me alegra ponerle rostro a tu nombre; de esta manera parece más real este intercambio de mensajes; aunque lo que valoro, es sobre todo, el contenido y respeto de los mismos.
      El sueño del violinista, como tantos otros, nace del sentimiento que todos alguna vez hemos tenido y sentido; deseando plasmarlo de forma poética o cualquier otra vía expresiva, que de riendas suelta a ese deseo…
      Me alegra saber que me lees y sobre todo, que compartes un tiempo de tu tiempo en mi espacio.
      Hasta pronto.
      Un abrazo.
      Esther

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Ilias, Muchas gracias por visitar mi blog. Es todo un honor, después de haber visitado el tuyo. Maravilloso y sublime.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Querida Esther, que puedo decir que no te haya dicho ya de tus maravillosos escritos???Que continúes adelante con ese hermoso arte de plasmar. historias, relatos, pensamientos, vivencias, sueños ....hilando las palabras con emoción, romanticismo, dulzura, ensoñación...
    Siempre delicada y sutil cuando la ocasión lo amerita o desgarradora cuando el alma llora.
    De cualquier manera despiertas en el lector sentimientos que no le dejan indiferente.Y es que de un corazón sensible, como el tuyo, no pueden brotar mas que cosas sublimes como estas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Querida Esther, nunca me consideré tan implicado y con una descripción exacta de lo que el futuro le podría deparar a un músico de corte clásico, pero ambientado en la vida moderna. Es una de las mejores descripciones literarias sobre la mente y el cuerpo de los instrumentistas que por deformación se convierten o son convertidos en meros instrumentos sociales y a la vez utilizados como cambios que posiblemente se suceden con el paso del tiempo. Quizás, estos cambios se ven reflejados en la sociedad, ya que la música no tiene palabras, sino simplemente emociones aquiridas através del conocimiento de la vida. Un fuerte Abrazo...

    ResponderEliminar
  5. Mí querido Javier y “casi desconocido”, agradezco profundamente tu comentario. Me da fuerzas para mejorar y seguir en mi gran pasión como es la escritura, sin embargo, te confieso que sin ser una entendida melómana, adoro la música clásica;, sobre todo las piezas de cuerdas. Y, como bien dices, la música no tiene palabras, es el medio más sublime de mostrar los sentimientos que nos afloran, en mi caso, solo sé hacerlo con la palabra escrita…

    Gracias por visitarme. Un abrazo y hasta pronto..

    ResponderEliminar
  6. Muy profunda y inspiradora tu escritura, congratulation!!

    ResponderEliminar